Brasil y Thailandia rompen patentes de la industria farmacéutica

El Gobierno de Brasil ha decidido imponer una «patente obligatoria» al fármaco efavirenz, considerado como una de las herramientas más eficaces para combatir la infección por VIH. Brasil importará el genérico producido por laboratorios de India, que cuesta menos de un tercio del que produce la multinacional farmacéutica Merck Sharp&Dhome. La decisión ha sido contestada por la Federación Internacional de la Industria del Medicamento, que considera que «no es una solución que mejore el acceso a las medicinas». «Estamos dando un paso importante y la decisión vale para este remedio y para cualquier otro cuando sea necesario. Hoy fue éste y mañana será otro. Si no conseguimos los precios justos, tomaremos esa decisión», ha sido la respuesta del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Con esta medida el Gobierno de Lula puede asegurar tratamiento a 75.000 infectados. La multinacional Merck le cobra al Gobierno de Brasil 1,59 dólares por unidad del fármaco mientras en Tailandia el mismo fármaco cuesta 0,65 dólares la unidad. Según el Ministerio de Salud, el precio aplicado por los laboratorios que fabrican el genérico en India es de sólo 0,45 centavos por unidad. El tratamiento anual por paciente con el fármaco de Merck alcanza los 580 dólares mientras que el mismo tratamiento con el fármaco genérico cuesta 165 dólares al año, menos de un tercio. El ministro de Salud, José Gomes Temporao, informó que antes de imponer la licencia obligatoria, el Gobierno de Lula había rechazado el ofrecimiento de Merck de reducir en un 30% el precio del fármaco, al considerar que la reducción del precio debía ser por lo menos del 60%.

La licencia obligatoria está prevista en los acuerdos internacionales: se aplica a aquellas patentes que cumplen ciertas condiciones e implica que las autoridades pueden conceder licencia a empresas o personas distintas del titular de la patente para que éstas hagan uso de los derechos de la patente y puedan fabricar, usar, vender o importar un producto protegido sin el permiso del titular de la patente. Países como Italia o Canadá también han concedido «licencias obligatorias» sobre productos farmacéuticos, según el mecanismo previsto en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados al Comercio, de la Organización Mundial de Comercio.

La producción de medicamentos genéricos baratos basados en fórmulas protegidas por patente es una práctica permitida por la Organización Mundial del Comercio desde 2001. En diciembre de 2006 el Gobierno de Tailandia anunció que iba a emitir una licencia obligatoria para asegurar que las personas infectadas por VHI pudieran acceder a al genérico del efavirenz, producido por laboratorios de India, el mismo fármaco que hoy es objeto de la patente obligatoria emitida por Brasil. En mayo 2007 Tailandia se mantuvo firme frente a las presiones de las farmacéuticas, lo que parece haber abierto una brecha en las reglas mundiales de comercio que podría animar a más países en via de desarrollo a romper patentes en caso de emergencias de la salud pública.  La novedad a destacar es que el Gobierno de los EEUU ha aclarado que Bangkok no ha violado ninguna ley de acuerdo a las disposiciones especiales del Acuerdo de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.
La oficina de representación comercial de los Estados Unidos (USTR) había puesto a Tailandia en una lista gris de países que han violado en algún grado la propiedad intelectual y ahora tendrá que borrarla de la lista. Tailandia rompió la patente del efavirenz imponiendo una licencia obligatoria, luego hizo lo mismo con otros dos fármacos para el tratamiento de pacientes infectados por SIDA-HIV.
En los últimos años, India se ha convertido en una fuente de medicamentos genéricos. Según la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras, el 84% de los medicamentos que MSF usa para tratar el SIDA en más de 30 países son genéricos producidos en este país.

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